La sumisión química es la anulación de la voluntad de una persona por medio de sustancias químicas. El objetivo suele ser robar a la víctima (sobre todo en el caso de los hombres) o agredirle sexualmente mientras está inconsciente o incapaz de resistirse (especialmente si la víctima es mujer). Al día siguiente, la víctima no tiene recuerdos claros y puede llegar a dudar sobre si le han violado o no.
Existen una variedad de drogas que pueden producir los efectos buscados. El alcohol es la sustancia que se relaciona con mayor frecuencia con los casos de agresión sexual, pero también existen una serie de fármacos conocidos como “drogas de la violación”. En ocasiones, el agresor puede diluir una de estas sustancias en la bebida de la víctima sin que ésta se de cuenta. También es posible que éste se aproveche de una situación de mayor vulnerabilidad de la víctima cuando ésta ha consumido drogas por razones médicas o recreativas; en este caso, el agresor no crea la situación sino que se aprovecha de ella.
Se desconoce la prevalencia real de la sumisión química, aunque algunas fuentes indican que en España entre el 20 y el 30% de las personas que denuncian un delito contra la libertad sexual podrían haber sido víctimas de sumisión química. El problema es que resulta difícil de probar, ya que estas sustancias desaparecen del organismo en un periodo de tiempo relativamente corto y no todos los hospitales disponen de protocolos para detectarlas.
¿Cómo puedo saber si me han drogado?
Cuando consumas alcohol, presta atención a las siguientes señales:
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La borrachera es mucho mayor de lo habitual en relación a lo que has tomado.
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Te encuentras muy mal durante la noche o la resaca al día siguiente es desproporcionada.
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Tienes lagunas mentales y periodos de la noche que eres incapaz de recordar, sobre todo si empiezan justo después de haberte tomado una copa.
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Te sientes como si hubieras tenido sexo, pero no eres capaz de recordar nada al respecto.
Recuerda: los efectos de la sumisión química pueden variar de persona a persona. También dependen de la cantidad de alcohol que has consumido o de si has tomado otras drogas.
¿Qué hago si creo que me han drogado?
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Dirígete a un lugar seguro.
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Pide a un amigo que te acompañe y te ayude a encontrar la asistencia que necesitas.
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Llama a la policía.
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Busca ayuda médica inmediatamente. Algunos hospitales disponen de protocolos de detección de sumisión química, pero no todos actúan igual. Si crees que te han drogado, díselo al personal médico y pide que te hagan las pruebas necesarias.
- Intenta guardar una muestra de orina, que facilitará la detección de drogas o fármacos.
- Escribe todo lo que recuerdes sobre la agresión lo antes posible.
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Si crees que has sido víctima de una agresión sexual, no te cambies de ropa ni te laves, ni siquiera las manos o los dientes. Evita también comer y beber. Si crees que la violación ha ocurrido en tu casa, no limpies ni cambies las cosas de sitio.
¿Cómo puedo evitar la sumisión química?
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No aceptes bebidas de desconocidos.
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Si alguien te invita a una bebida, acompáñale a la barra y observa como preparan tu bebida.
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No dejes nunca tu bebida sin vigilancia (mientras bailas, hablas por teléfono, vas al baño…)
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No bebas nada que no hayas visto abrir o preparar. Ten cuidado con las bebidas comunitarias (tipo sangría).
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No bebas nada con un aspecto extraño (sabor salado, demasiada espuma, residuos inexplicables en el vaso…)
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Si alguno de tus amigos parece haber sido drogado, llama a la policía y busca ayuda médica.
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Comparte esta información con tu grupo de amigos. Poneos de acuerdo para estar alerta y ayudar al resto cuando sea necesario.