Poniendo atención en las actitudes y comportamientos tóxicos, basados en la desigualdad de género y el machismo, podemos hacer de nuestro entorno un lugar seguro, respondiendo con contundencia contra el acoso sexual.
Cómo intervenir para ayudar:
(Si no te resulta cómodo intervenir directamente, contacta con las autoridades para que os ayuden)
Cómo ser un aliado:
Hay muchas maneras de ayudar. Conviértete en un aliado para la causa:
Cuando no haces nada, estás ayudando al agresor. Pero cuando actúas, ayudas a la víctima. ¿A quién vas a ayudar?
https://www.youtube.com/watch?v=PJK-3fpBRZI
Fuente y campaña original:
http://www.ontario.ca/home-and-community/we-can-all-help-stop-sexual-violence
]]>Se espera que los chicos quieran sexo todo el tiempo y esto conduce a la sensación de que ellos no pueden resistirse. En esta cultura, las mujeres tienen que asumir que pueden ser agredidas o sometidas a abusos aunque no lo deseen, porque “es lo normal”, hasta el punto de que muchas víctimas de agresiones dudan de si han sido agredidas o no, puesto que esos comportamientos son los habituales.
El mito de la línea borrosa
En esta cultura de la violación cobra mucha importancia el mito de la línea borrosa, la línea difusa del consentimiento: la creencia de que cuando las mujeres dicen no, en realidad dicen “inténtalo más fuerte”.

A nadie le gusta ser considerado un violador y lo más cómodo es culpar a las mujeres, haciendo creer que no sabemos explicarnos, quejándose de que parece que hay que presentarnos un contrato oficial para saber si queremos sexo, haciendo ver que el consentimiento es algo incómodo y que le resta magia a la relación. Esto no es así: el consentimiento es divertido porque participan todas las partes implicadas en una relación.
Cuando la sexualidad de las mujeres se controla, se juzga y se degrada, se promueve la cultura de la violación y se perpetúa la constante inseguridad en la que vivimos las mujeres. Aceptar la violencia sexual como algo normal, la naturalización de esta violencia, hace pensar que siempre ha sucedido y siempre sucederá, y por lo tanto, no merece la pena rebelarse contra ella o quejarse, pues ya deberíamos estar acostumbradas.
El primer paso para acabar con la cultura de la violación es educar en el consentimiento, porque la cultura de la violación elimina la capacidad de consentimiento.
La violencia sexual no busca la satisfacción sexual; la violencia sexual consiste en una persona afirmando el poder y el control sobre otra. Consiste en no tener el consentimiento, o el acuerdo, de la otra persona, lo que acaba convirtiéndola en víctima de un delito contra la libertad sexual.

Sin embargo, la definición de consentimiento puede ser difícil:
No es consentimiento
No entender lo que no es consentimiento puede derivar en conductas de agresión:
Puede ser difícil hablar sobre consentimiento, sacar el tema se puede hacer raro si no tienes costumbre. Pero puedes buscar alguna forma divertida de hacerlo, con la que poco a poco irás adquiriendo más seguridad y confianza. Además te permite descubrir nuevas oportunidades, placeres y autoconocimiento.
Por último, recuerda: la superviviente nunca tiene la culpa, incluso si el agresor era un conocido, novio, amigo o cónyuge, e incluso si la superviviente…
Fuentes:
http://cmhc.utexas.edu/vav_consent.html
http://www.webcomicsnation.com/maisha/sextalk/series.php?view=single&ID=175622
http://we-are-star-stuff.tumblr.com/post/80306332871/neuromorphogenesis-protecting-yourself-from
http://xiscthulhu.tumblr.com/post/76866949369/iwritescenesnotarmsraces-edonaghey-there-is
http://guerrillafeminism.tumblr.com/post/84016426611/catharsisproductions-rhrealitycheck
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