Monthly Archives: octubre 2013
“Me emborraché demasiado y me violaron la boca”
Hoy traducimos este texto de Reddit. El texto original en inglés, con más de 200 comentarios, puede encontrarse aquí: Too drunk, got mouth raped
Creemos que este testimonio es un buen ejemplo de las circunstancias reales en las que se producen las agresiones y abusos sexuales. En la mayoría de los casos el agresor no es un desconocido, ni emplea violencia física. Sin embargo, queremos recordar que estar bajo el efecto del alcohol o las drogas no da derecho a otros a abusar de ti. Si tienes dudas sobre si lo que te ha pasado es una violación, te recomendamos que leas esto.
“Las bebidas después del trabajo se convirtieron en una borrachera. Yo, mujer de 27 años, me quedé dormida en la casa de mi compañero de curro, Adrián de 32, y Tom, de 23, también se quedó. Me desperté con el pene de Tom dentro de mi boca. Inmediatamente salté y le pregunté que qué demonios estaba pasando. Me di cuenta de que mis vaqueros habían sido bajados en ese momento también. El dijo que no sabía, me marché de la habitación llorando y encontré a Adrián dormido en su habitación. Le dije lo que había pasado y dijo que seguro que había sido todo un error. Tom se fue en el momento que yo encontré a Adrián.
Tengo novio desde hace tres meses que está de vacaciones fuera del país y no sé si es algo que debería decirle. No quiero estresarle y siento que debería avergonzarme y no permitirme beber tanto que alguien piense que puede meter su pene en mi boca y no despertarme. No quiero presentar cargos pero no quiero volver a ver a Tom en mi vida, así que dejar mi trabajo es una opción.
¿Es algo que debería guardarme y no decirle a mi novio cuando vuelva? ¿Necesito hablar con Tom acerca de esto o es suficiente con no volver a verle?
Resumen: Me emborraché tanto que un tío pensó que podía meter su polla en mi boca sin despertarme.
EDIT: Unos pocos detalles más. Tenía el sujetador quitado pero la camiseta estaba puesta. Cuando le pregunté a Tom que qué estaba pasando el dijo que no sabía. Me vio enfadada y continuó con un “me estabas dando un masaje y después no lo sé”. “Esto nunca ha ocurrido, está todo bien”. En toda la noche no hubo un solo flirteo con él, ni siquiera medio interés. Me desmayé de la borrachera y desperté cerca de alguien sin memoria acerca de lo que había pasado antes. Necesito, obviamente, dejar de beber en exceso, es peligroso para cualquiera que esté envuelto en esa situación. Como dije en los comentarios: estoy preocupada porque puede que no “despertara” y en lugar de eso recuperé la consciencia en medio de la mamada. No sé si los desmayos funcionan así. Como posibilidad, no puedo sentir que fue 100% su culpa. Gracias por vuestro consejo y apoyo, no se lo he dicho a nadie más y ayuda hablar sobre ello.”
¿Me han violado?
Es posible que te preguntes si una situación por la que has pasado es realmente una agresión sexual o si entra dentro de la normalidad. Quizás tu experiencia no coincide con las ideas que siempre has escuchado sobre qué es y qué no es una violación, o tal vez pienses que en cierta manera ha sido culpa tuya y por tanto no te sientes capaz de acusar a tu agresor.
En nuestra cultura existen una gran cantidad de mitos acerca de la violación, pero la realidad es que la violencia sexual es mucho más compleja y sutil de lo que se suele creer. Por eso, queremos que sepas que:
- El uso de alcohol o drogas no justifica el sexo no consentido. Cuando consumimos estas sustancias nos desinhibimos y disminuye nuestra percepción del riesgo y nuestra capacidad de consentir. En muchas ocasiones, los agresores se aprovechan de esta vulnerabilidad o incluso la provocan emborrachando a la víctima o dándole drogas (a veces sin que ella misma lo sepa). Pero estar en un estado de intoxicación jamás justifica que abusen de ti.
- No es necesario que haya penetración para que exista una agresión sexual. Cualquier acto sexual que no deseas, incluyendo los tocamientos, es una agresión sexual y constituye un delito denunciable.
- Invitar a alguien a casa no implica que tener sexo sea obligatorio. Puedes retirar tu consentimiento en cualquier momento del proceso, incluso aunque antes hayas dicho que sí. De la misma manera, comportarse de una manera seductora, llevar ropa “provocativa” o dejar que te acompañen no es un motivo para que te hagan tener sexo si tú no quieres.
- No es necesario que el violador sea un desconocido. Es más, en la mayoría de las violaciones el agresor es alguien a quien la víctima conocía o incluso una persona de confianza. El violador se aprovecha de esta situación de confianza para agredir. Aunque es muy duro pensar que alguien en quien confías ha podido hacerte daño, debes saber que esta situación es muy común.
- Alguien con quien has tenido sexo consentido antes también puede violarte. Muchas agresiones se producen dentro de la pareja. Haber tenido relaciones sexuales consentidas con alguien no le da derecho a disponer de tu cuerpo a su antojo. Si te han obligado a tener sexo en contra de tu voluntad se trata de una agresión, sea cual sea tu relación con el agresor.
- No todas las agresiones implican violencia física. En muchas ocasiones, el agresor intimida a la víctima en otras formas o se aprovecha de circunstancias que limitan su capacidad de consentir.
- No resistirte no implica que estés consintiendo. Al igual que la aceptación, la negativa a tener relaciones sexuales a menudo es algo sutil. Es posible que ante una agresión, la víctima se vea paralizada por el miedo o el shock o sea incapaz de reaccionar por otros motivos. Pero el sexo consentido requiere una colaboración activa de las dos partes. Si esta colaboración no se da, estamos ante un abuso o una agresión sexual.
- No es posible tener relaciones consentidas con un menor de 13 años. A menudo se justifican las agresiones a niños o preadolescentes diciendo que éste “siguió con el juego” o no se resistió. Sin embargo, los menores de esa edad no tienen la madurez física y mental para tener relaciones sexuales y el adulto se encuentra en una situación de superioridad respecto de ellos. Por eso, si sabes de algún caso de relaciones sexuales con un menor, siempre debes denunciarlo.
Si tu situación se parece a alguna de las anteriores, o incluso si sigues sin saber si lo que te ha ocurrido es una agresión sexual, tienes derecho a buscar ayuda para entender lo que te ha ocurrido y obtener el apoyo que necesitas. Por eso, incluso aunque no quieras denunciar, te recomendamos ponerte en contacto con alguna de las asociaciones de apoyo a víctimas de nuestro directorio. Allí podrás hablar de lo sucedido con expertos en estos temas, de forma gratuita y con total respeto a la confidencialidad.