Monthly Archives: julio 2013

Lo aprendimos en secreto

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AVISO: hablo de las experiencias que suele tener una mujer occidental, heterosexual, criada en una familia sana, y que no fue víctima de abusos en su infancia, vamos, tu idea de una mujer normal. Es una visión incompleta pero es la que yo puedo conseguir. Si no quieres revivir experiencias traumáticas, aquí hay fotos de gatitos y aquí una web donde pedir ayuda.

En inglés, lo llaman “rape culture”, “la cultura de la violación”, y a veces se traduce como “la cultura de la violencia”. Es esa especie de niebla densa, de clima bochornoso, en el que vivimos. Se expresa de muchas maneras además de como violencia física real; por ejemplo, en lo que hoy os presento, el Manual de Instrucciones de la Cultura de la Violación. Son ideas, prejuicios, y normas, transmitidos a las mujeres. Los hay útiles, inútiles, y falsos. Ser mujer siempre incluye conocerlos todos, tanto si los crees y los aplicas como si no. No se puede escoger no saber. Es muy difícil comprobar cuáles son erróneos sin haber sido violada.

  1. En primer lugar, se adquiere una definición de violación teórica, sin ejemplos prácticos, por ejemplo a través de las noticias. En mi caso, la definición llegó cuando no tenía del todo claro cómo funcionaba el sexo en la práctica, así que debía tener más de ocho y menos de once años.
  2. Asociar el concepto teórico de violación con cosas reales que le ocurren a tu cuerpo o que ves en medios de comunicación. ¿Lo que veo en tal película es una violación? ¿Lo que me acaban de hacer es una violación?
  3. Adquisición de conductas de evitación. Las principales conductas de evitación son dos: no seas o parezcas sexualmente disponible, y no estés sola en lugares poco transitados.

avoid rapeNo salgas sola. No bebas demasiado. Cierra la puerta con llave. No mires a los ojos. No vayas a ese barrio. No salgas de noche. No te pongas esa minifalda. No te fíes de esos tíos. No vivas sola. No invites a hombres a tu casa. No le des tu teléfono. No vayas andando por esa calle. No bajes la guardia. No sonrías. Lleva un spray antivioladores. No abras la puerta. No vayas a su casa. No llames la atención. (No te sientas segura)

4. Es posible, pero no necesario, que la fase más intensa de aprendizaje que conductas de evitación coincida con la pubertad. Simultaneas familiarizarte con las nuevas funciones y sensaciones de tu cuerpo con aprender a ocultarlo y protegerlo.

5. Doblepensar. Debes estar prevenida siempre, porque la prevención se basa en hábitos. Los hombres que conoces no son violadores. Simultanea tus relaciones sanas y fluidas con hombres (familia, amigos, amantes, compañeros de trabajo) con la idea, sostenida en todas partes, de que la violación es posible y aleatoria.

6. Algunos conceptos, a veces incoherentes, sobre cómo predecir quién es un violador en potencia. Lo más génerico es “varón, joven pero no mucho, a solas, no-blanco, pobre”.

7. Cómo mostrarte disponible sí-pero-no cuando un hombre te resulta atractivo. Aprendes las diferencias entre ponerte guapa e “ir de loba herida” (el término que se usaba en mis recreos). Aprendes qué es “dar pie” y “dar mucho o demasiado pie”.

8. Desarrollo de un Plan B anticonceptivo, al menos teórico, en caso de que seas violada y te quedes embarazada. Como mínimo, tienes una opinión para distinguir o no distinguir “qué es moralmente correcto hacer en caso de embarazo por accidente” y “qué es moralmente correcto hacer en caso de embarazo tras una violación”. Puede que tengas información sobre tus derechos legales en ese caso.

9. Qué hacer si crees que estás a punto de ser violada, para evitar serlo. Más doblepensar de mensajes contradictorios sobre el efecto del intento de violación en la víctima, a veces vista como un trauma equivalente a la violación misma.

10. Qué hacer si no vas a poder evitar ser violada. Cómo salir viva de ésta, o la idea de que no merece la pena salir viva de ésta.

11. Información sobre qué debes hacer tras ser violada, a quién y a dónde acudir.

12.  Aprendizaje de quién tiene la culpa de que haya violaciones. Generalmente, las mujeres violadas.

13. El concepto de denuncias falsas, la idea de que una acusación falsa destruye a hombres inocentes, y la idea de que una violación es muy difícil de demostrar.Más doblepensar: él no lo hizo y la culpa fue de ella.

14. Más doblepensar: uso de palabrotas, chistes, y otros elementos culturales que equiparan la violación a la derrota o el fastidio. Pensar a la vez que la violación es Lo Peor Que Te Puede Pasar y algo parecido a suspender en un examen. Es imprescindible una desconexión mental y emocional entre los dos conceptos.

15. Transmisión de estos conocimientos a la siguiente generación, a ser posible en secreto.

Creado con ideas y colaboración de mi marido, @undivaga, @potipotiinlove, y @hablaqueescucho. Beta-readers: @ardeluxe y @pnique. Gracias.

Agresiones sexuales, sanfermines y asco

No voy ni a enlazarlas. Todos las hemos visto esta semana: fotos de multitudes, en las fiestas de San Fermín de Pamplona y Sant Joan de Menorca, agrediendo masivamente a mujeres. Hombres cocidos en alcohol que le arrancan la ropa a mujeres y las manosean sin importarles que consientan o no. Esto tiene un nombre y se llama agresión sexual: es un delito que, si se comete por varias personas, tiene una pena de hasta 10 años de prisión. Y sin embargo, hay quien encuentra formas de justificarla.

Porque si en estos días ha habido algo que me ha repugnado no han sido las fotografías en sí, sino los defensores. Los expertos en semiótica que interpretan la sonrisa de algunas de las víctimas como consentimiento. Los juristas de bar que dicen que si te pones en tetas en público ya sabes a lo que te expones. Los que apoyan al agresor diciendo que bueno, estaban todos borrachos y no era para tanto. Los de las denuncias falsas, perejil de todas las salsas. Todos ellos sin excepción pregonando su basura tóxica a través de ese altavoz que es Internet, apoyándose unos a otros y remitiéndose al manido sentido común para justificarse.

Y uno, que se metió en esto del activismo antiviolación para ayudar, comprende de pronto lo inacabable de su tarea. Por cada afectado al que nuestra web, nuestras charlas o nuestra cuenta de Twitter ayuda, por cada persona a la que convencemos con argumentos y datos de lo grave que es el problema, hay cien sanos hijos del patriarcado que nunca se van a molestar en pensar sobre sus creencias. Que van a seguir culpando a la víctima de la violación, creyendo que no lo hacen y ofendiéndose cuando se lo señalan. Que van a seguir pensando en su fuero interno que si iba enseñando las tetas es que se lo iba buscando. Que van a dar consejos antiviolación basándose en premisas falsas, como que el agresor suele ser un extraño. Y que van a agredir sexualmente a personas para luego justificarse con las excusas más estúpidas: “me provocó”, “íbamos muy borrachos”, “son fiestas”.

Pero sin embargo seguimos hacia delante con la web, dándole forma y haciendo crecer este proyecto. Esta misma semana nos hemos constituido en asociación y tenemos planes para dar ayuda más directa a las víctimas potenciales y reales. Porque si dejamos de pedalear nos caemos. Porque no podemos permitir que el desaliento nos venza. Porque por cada cien sanos hijos del patriarcado que van a morir sin cuestionarse sus creencias hay una víctima ayudada o una persona que piensa, lee los datos y se convence.

Y cada una de esas personas justifica todo el proyecto.

Guía práctica para prevenir las violaciones

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¿Quieres saber qué hay que hacer para evitar la violencia sexual? Es fácil. No violes.

Ah, que querías algo más detallado. Quizá, cómo evitar que otros violen. Pues aquí tienes una lista de consejos. Son muchos, son exigentes. Son pedir demasiado. A mí me han pedido muchas tonterías antes, así que si por exigirte algunas cosas a ti la próxima generación de niñas va a pasar menos miedo, pues estoy en la obligaciónde exigirte.

  1. Edúcate sobre el consentimiento entusiasta. Te lo resumo: el consentimiento libre, consciente y explícito es erótico. Aprende algo más que a ser un seductor-conquistador. Cuando te hayas educado sobre el tema, práctícalo y educa a otros.
  2. Las violaciones no son sexys ni divertidas. Ante una letra de canción como “los besos más bonitos son los robados” o “qué culpa tengo yo de que a las niñas les salgan las tetas antes que los dientes” (estoy dando ejemplos de poca intensidad, lo sé), analiza, critica, comenta. No te limites a absorber el mensaje.
  3. Para evitar que las mujeres que conoces sean agredidas por desconocidos, acompañarlas es una recomendación estándar. Ve más allá, porque la agresión por un desconocido es estadísticamente poco frecuente. Para evitar agresiones de sus parejas, sé un buen amigo y procura estar atento a las señales de alerta que dan los maltratadores (y las personas maltratadas).
  4. No culpes a las víctimas ni pongas en duda su testimonio. Si quieres y se puede, haz preguntas, pero no la pongas en duda. Compara con que te describan un atraco: piensa si preguntarías “¿Tanto dinero llevabas en la cartera? ¿de verdad te robaron, seguro que no lo has perdido?”, si dirías “bueno, por lo menos no te pegó, ¿no?”. ¿A que no?
  5. No obligues a una víctima real o potencial a hablar del tema. Además de respetar el cuerpo hay que respetar el silencio. Estarás enseñando a esa persona que su intimidad es valiosa para ti.
  6. Nunca les digas a las mujeres qué tienen que hacer para protegerse. Intenta salir de la cultura que nos marca que los delitos sexuales se previenen con el control físico y mental de las víctimas potenciales.
  7. No entres en “es que yo no soy un maltratador”, “no me pongas bajo sospecha”. No nos hagas perder tiempo consolándote. Busca para eso, si quieres, a otros hombres, o a personas que no se sientan vulnerables.
  8. El sexo con drogas o alcohol puede estar muy bien, pero resérvalo para personas y ocasiones con mucha confianza previa. Drogado o bebido te va a resultar más difícil detectar la falta de consentimiento, parar a tiempo si no lo hay… Vas a ser menos consciente si la otra persona no se lo está pasando bien. Igualmente, evita el sexo con personas que no estén en plenas facultades (volvemos al consentimiento entusiasta)
  9. Si conoces casos, habla de ellos sin dar nombres y la víctima te da permiso. Elimina con ejemplos prácticos la idea de que los maltratadores son monstruos. Compartir con discreción las experiencias de las mujeres maltratadas que conoces puede ser educativo para otros.
  10. Jerarquía + secretismo = abusos. Jerarquía + secretismo + discriminación o represión sexual = violencia sexual. Si estás en una situación de poder, aumenta la transparencia, la autocrítica de los líderes, la diversidad en la entrada de miembros y en la directiva. Ten una política previamente publicada sobre abusos. Que los depredadores potenciales sepan que sabes que existen y que vas a por ellos. Quieren víctimas indefensas, no las quieren protegidas por ti.
  11. Si eres responsable de niños, enséñales cosas como “a la gente no se la toca sin permiso. Pide permiso. Respeta el espacio de los demás”. Esto incluye, por supuesto, predicar con el ejemplo.
  12. No excuses a los violadores. Trátalos como tratarías a alguien que roba carteras a punta de navaja, como mínimo. Entiendo que puede ser duro cuando el violador es tu amigo, o tu cantante favorito. No dejes que se sientan cómodos.

Elaborado con la colaboración e inspiración de mis alumnos y alumnas del IES González de Aguilar; mi marido; @jaustral; @cora_alvarez; @ComandanteVimes; @minimaiko; @shakesphobic; @510nm; @undivaga; @ptraci. Muchísimas gracias.

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