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¿A quién vas a ayudar?

Tú puedes actuar contra la violencia sexual. Si eres testigo de un acto de acoso o de violencia sexual, siempre puedes hacer algo para ayudar.

Poniendo atención en las actitudes y comportamientos tóxicos, basados en la desigualdad de género y el machismo, podemos hacer de nuestro entorno un lugar seguro, respondiendo con contundencia contra el acoso sexual.

Cómo intervenir para ayudar:

(Si no te resulta cómodo intervenir directamente, contacta con las autoridades para que os ayuden)

  • Ofreciendo tu ayuda a la víctima
  • Llamando a la policía si presencias una agresión sexual
  • Avisando a la policía si ves a alguien añadir a escondidas alguna sustancia en la bebida de otra persona
  • Diciendo “no” cuando alguien quiera compartir contigo fotos o vídeos privados de una tercera persona
  • Negándote a participar en conversaciones degradantes que fomenten el sexismo y la violencia sexual

Cómo ser un aliado:

Hay muchas maneras de ayudar. Conviértete en un aliado para la causa:

Cuando no haces nada, estás ayudando al agresor. Pero cuando actúas, ayudas a la víctima. ¿A quién vas a ayudar?

 

https://www.youtube.com/watch?v=PJK-3fpBRZI

 

Fuente y campaña original:

http://www.ontario.ca/home-and-community/we-can-all-help-stop-sexual-violence

Guía práctica para prevenir las violaciones

Fuente original

¿Quieres saber qué hay que hacer para evitar la violencia sexual? Es fácil. No violes.

Ah, que querías algo más detallado. Quizá, cómo evitar que otros violen. Pues aquí tienes una lista de consejos. Son muchos, son exigentes. Son pedir demasiado. A mí me han pedido muchas tonterías antes, así que si por exigirte algunas cosas a ti la próxima generación de niñas va a pasar menos miedo, pues estoy en la obligaciónde exigirte.

  1. Edúcate sobre el consentimiento entusiasta. Te lo resumo: el consentimiento libre, consciente y explícito es erótico. Aprende algo más que a ser un seductor-conquistador. Cuando te hayas educado sobre el tema, práctícalo y educa a otros.
  2. Las violaciones no son sexys ni divertidas. Ante una letra de canción como “los besos más bonitos son los robados” o “qué culpa tengo yo de que a las niñas les salgan las tetas antes que los dientes” (estoy dando ejemplos de poca intensidad, lo sé), analiza, critica, comenta. No te limites a absorber el mensaje.
  3. Para evitar que las mujeres que conoces sean agredidas por desconocidos, acompañarlas es una recomendación estándar. Ve más allá, porque la agresión por un desconocido es estadísticamente poco frecuente. Para evitar agresiones de sus parejas, sé un buen amigo y procura estar atento a las señales de alerta que dan los maltratadores (y las personas maltratadas).
  4. No culpes a las víctimas ni pongas en duda su testimonio. Si quieres y se puede, haz preguntas, pero no la pongas en duda. Compara con que te describan un atraco: piensa si preguntarías “¿Tanto dinero llevabas en la cartera? ¿de verdad te robaron, seguro que no lo has perdido?”, si dirías “bueno, por lo menos no te pegó, ¿no?”. ¿A que no?
  5. No obligues a una víctima real o potencial a hablar del tema. Además de respetar el cuerpo hay que respetar el silencio. Estarás enseñando a esa persona que su intimidad es valiosa para ti.
  6. Nunca les digas a las mujeres qué tienen que hacer para protegerse. Intenta salir de la cultura que nos marca que los delitos sexuales se previenen con el control físico y mental de las víctimas potenciales.
  7. No entres en “es que yo no soy un maltratador”, “no me pongas bajo sospecha”. No nos hagas perder tiempo consolándote. Busca para eso, si quieres, a otros hombres, o a personas que no se sientan vulnerables.
  8. El sexo con drogas o alcohol puede estar muy bien, pero resérvalo para personas y ocasiones con mucha confianza previa. Drogado o bebido te va a resultar más difícil detectar la falta de consentimiento, parar a tiempo si no lo hay… Vas a ser menos consciente si la otra persona no se lo está pasando bien. Igualmente, evita el sexo con personas que no estén en plenas facultades (volvemos al consentimiento entusiasta)
  9. Si conoces casos, habla de ellos sin dar nombres y la víctima te da permiso. Elimina con ejemplos prácticos la idea de que los maltratadores son monstruos. Compartir con discreción las experiencias de las mujeres maltratadas que conoces puede ser educativo para otros.
  10. Jerarquía + secretismo = abusos. Jerarquía + secretismo + discriminación o represión sexual = violencia sexual. Si estás en una situación de poder, aumenta la transparencia, la autocrítica de los líderes, la diversidad en la entrada de miembros y en la directiva. Ten una política previamente publicada sobre abusos. Que los depredadores potenciales sepan que sabes que existen y que vas a por ellos. Quieren víctimas indefensas, no las quieren protegidas por ti.
  11. Si eres responsable de niños, enséñales cosas como “a la gente no se la toca sin permiso. Pide permiso. Respeta el espacio de los demás”. Esto incluye, por supuesto, predicar con el ejemplo.
  12. No excuses a los violadores. Trátalos como tratarías a alguien que roba carteras a punta de navaja, como mínimo. Entiendo que puede ser duro cuando el violador es tu amigo, o tu cantante favorito. No dejes que se sientan cómodos.

Elaborado con la colaboración e inspiración de mis alumnos y alumnas del IES González de Aguilar; mi marido; @jaustral; @cora_alvarez; @ComandanteVimes; @minimaiko; @shakesphobic; @510nm; @undivaga; @ptraci. Muchísimas gracias.

Rape-Axe, un instrumento medieval para detener las violaciones

Condón anti-violaciones inventado en Sudáfrica

La inventora de Rape-Axe demuestra su funcionamiento. Fuente: http://awwman.net

En palabras de su creadora, la doctora Sonnet Ehlers, Rape-Axe (en inglés, “hacha de violación”) es “un instrumento medieval para defenderse de un acto medieval”. Este peculiar dispositivo anti violación, inventado en Sudáfrica, consiste en un condón femenino provisto de dientes que se inserta de modo similar al de un tampón. Cuando se produce la penetración los dientes de su parte interior se clavan en el pene del agresor, de manera que el dolor le incapacita temporalmente y permite a la víctima huir. El daño que produce en el pene no es permanente, pero una vez puesto no es posible quitarlo sin asistencia médica. El agresor, incapaz de orinar e incluso de caminar normalmente, se ve obligado a acudir al médico y de esta forma su identificación es inevitable.

Rape-Axe fue patentado en 2005 y se popularizó en 2010, cuando se repartieron 30.000 unidades coincidiendo con el Mundial de Fútbol. Se diseñaron varios planes para su comercialización, pero a día de hoy aún no está disponible para el público general… probablemente debido a la controversia que ha generado. Y es que los detractores de Rape-Axe han sido muy claros a la hora de manifestar sus objeciones:

  • Rape-Axe deposita en la mujer la responsabilidad de defenderse de la violación, en lugar de analizar sus causas para prevenir que se produzcan más agresiones. Es decir, no solo no soluciona el problema sino que además culpabiliza a la víctima.
  • Se centra de manera exclusiva en la penetración vaginal, sin reparar en otras formas de violencia sexual (incluyendo la penetración oral o anal). Además, solo actúa cuando la penetración ya ha ocurrido, es decir, que no evita la violación sino que se limita a acortar su duración.
  • Plantea problemas de seguridad, ya que se corre el peligro de que la víctima no consiga escapar a tiempo y el agresor, enfurecido por no poder llevar a cabo su propósito, le provoque lesiones graves e incluso la muerte.
  • Además, al haber encontrado un gran eco en los medios de comunicación, el factor sorpresa se pierde y los agresores pueden diseñar estrategias para evitarlo.

Pero Rape-Axe no pretende ser una solución mundial al problema de las violaciones, ni está concebido para comercializarse en países como el nuestro. Surge en Sudáfrica, el Estado con mayor ratio de violaciones del mundo según la ONU. En un estudio publicado en 2009, un 28% de los hombres sudafricanos admiten haber cometido al menos una violación. Para muchos, se trata de una experiencia de grupo, un ritual “de hombres” compartido con los amigos. Creencias extendidas como que la violación puede curar el SIDA o convertir a una lesbiana en heterosexual no ayudan precisamente a erradicar el problema.

En una situación así, los defensores de Rape-Axe sostienen que es urgente tomar medidas contra las violaciones, ya que sencillamente no hay tiempo para esperar a que las actitudes en torno a la violencia sexual cambien antes de atajar el problema. Ante la acusación de que puede llevar al agresor a actuar de manera violenta, su creadora sostiene que los agresores ya son violentos sin necesidad de que la víctima les provoque y que, por desgracia, muchas víctimas de violación son asesinadas aunque no hayan tratado de defenderse. Así, Rape-Axe cumple una doble función: el miedo verse literalmente “atrapado” puede hacer que el agresor se lo piense dos veces antes de actuar y, en caso de que lo peor ocurra, facilita que acabe pagando por su crimen.

No cabe duda de que Rape-Axe no es una herramienta eficaz para prevenir las violaciones, pero lo que sí puede hacer es dejar claramente identificado al verdadero culpable: el violador. El mensaje no podría estar más claro.

¿Qué opinas de Rape-Axe? ¿Te parece una solución acertada?

 

 

“La violación también es cosa de hombres”

 

Hoy me gustaría compartir esta campaña del Centro de Tratamiento de Violaciones de Santa Mónica (EE UU) que mueve el foco de atención de la víctima al posible agresor. Se trata de una serie de posters pensados para ser colgados en universidades y de cuya venta se obtienen fondos para el funcionamiento del centro (más información en este enlace).

La idea detrás es muy simple: la educación para prevenir las violaciones debe incluir a los hombres también. Porque hemos pasado demasiado tiempo enseñando a las mujeres a no ser violadas, y demasiado poco enseñando a los hombres a no violar.

La idea de que los hombres no pueden controlarse es un mito

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Traducción:

La idea de que los hombres no pueden controlarse sexualmente es un mito

Richard M: “Si la chica con la que estoy ha bebido demasiado, lo dejo correr”

Brian C: “No importa hasta qué punto hayamos llegado. Si ella dice “no” quizás no me guste, pero lo respeto”

Una de cada 6 mujeres ha sido víctima de una violación o intento de violación. La violación también es cosa de hombres.

comentarios sexistas

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Traducción:

Cuando tus colegas hablan sobre las mujeres de forma poco respetuosa o sexista, no tienes por qué unirte a la conversación. Diles lo que piensas. Diles que no te sientes cómodo o simplemente cambia de tema. La próxima vez que empiecen a hablar de “putas” y de “zorras” y de las cosas que harían con ellas, diles que lo dejen. ¿No es eso lo que las mujeres de tu vida esperarían de ti?

¿Qué vas a hacer?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Traducción:

¿Qué vas a hacer?

Tú quieres sexo, pero ella quiere esperar. Así que sigues intentándolo. Primero te dice que sí. Luego te dice que no. Si no estás seguro… detente y escucha.

 

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