Monthly Archives: febrero 2013

El orgasmo durante la violación

¿Qué pasa cuando la víctima experimenta un orgasmo durante la violación? Ayer domingo, una terapeuta abrió un hilo de consultas en la web estadounidense Reddit para dar respuesta a las dudas de los usuarios sobre este tema. Traducimos a continuación su mensaje de introducción, que ha generado un gran interés. El resto de comentarios (más de 4.000 en el momento de publicar esta entrada) pueden encontrarse en inglés en este enlace.

 

Pregúntame lo que quieras: una terapeuta especializada en agresiones sexuales habla del orgasmo en la violación

Hace unos meses abrí un hilo de consulta “Pregúntame lo que quieras” sobre este tema y he recibido una serie de peticiones para volver a hacerlo.

Experimentar un orgasmo durante una violación es una experiencia confusa y difícil para mucha gente, y afecta tanto a las víctimas como a las personas cercanas a ellas.

Hay gente que cree que no es posible que una mujer o un hombre tengan un orgasmo durante una violación u otro tipo de agresión sexual. Algunos creen que tener un orgasmo en estas circunstancias quiere decir que no ha sido una violación “real” o que en realidad la víctima quería que ocurriera.

He atendido a más mujeres con este problema de las que puedo recordar. A menudo sale a relucir en algún momento durante la terapia, y es extremadamente violento e incómodo para la víctima hablar sobre ello. Sin embargo, una vez que se ha sacado a la luz la víctima puede observar su reacción con honestidad y empezar a sanar. La vergüenza y el sentimiento de culpa por este tema hace que algunas violaciones no se denuncien y que sea necesario entender cómo y por qué se dan orgasmos durante la violación.

Hay muy pocos estudios sobre este tema, pero hasta el momento las investigaciones apuntan a que entre un 10 y más de un 50% de las víctimas experimentan orgasmos durante la agresión sexual. En mi experiencia como terapeuta, algo menos de la mitad de las chicas/mujeres violadas tenían este problema. (He trabajado con muy pocos chicos u hombres que hubieran tenido orgasmos siendo violados).

Los compañeros de profesión con los que he debatido el tema indican cifras similares. Normalmente los terapeutas no hablamos de este tema en público por miedo a contribuir a la idea de que las víctimas disfrutan siendo violadas. Por esta misma razón, se han hecho pocas investigaciones sobre este tema y otros similares. Yo creo que, aunque sea un tema muy difícil, si podemos hablar de él abiertamente y eliminar el miedo y el estigma podremos ayudar a sanar a más gente. Por eso espero que la comunidad de Reddit esté dispuesta a aprender y debatir sobre ello.

En mi primer hilo de consulta sobre este tema, recibí algunas críticas por no especificar que los hombres también pueden experimentar orgasmos durante la violación. He hecho una referencia a ello más arriba, pero quiero recalcarlo una vez más aquí para que quede claro.

Ya he verificado mi identidad en Reddit con anterioridad, pero os dejo de nuevo el enlace a mis credenciales profesionales.

Esta es una discusión abierta y estoy dispuesta a responder a todo tipo de preguntas. No tengas miedo a resultar ofensivo, ya que prefiero tener una conversación honesta a dejar falsas creencias sin desmentir. ¡Pregunta lo que quieras!

 

 

La violación en los medios y los teléfonos rotos

¿Alguien se acuerda del juego del “teléfono roto”?

  • La Fiscalía de Madrid publica la Memoria de 2011, que recoge el número de denuncias presentadas durante ese año para diversos delitos, incluyendo las agresiones sexuales. Según diversos estudios internacionales, la mayoría de los delitos sexuales aún no se denuncian, por lo que un incremento del número de denuncias no es necesariamente una mala noticia: puede indicar una mayor concienciación respecto a la necesidad de denunciar para la violencia sexual no queden impune.
  • El periódico 20 minutos recoge la información e, ignorando el hecho anterior, equipara delitos denunciados a delitos cometidos y titula alegremente “Sube el número de agresiones sexuales y violaciones en Madrid”. Aunque en el primer párrafo sí que puntualiza que se trata de “delitos registrados”, en el segundo párrafo y la entradilla abandonan toda pretensión de exactitud y afirman que los casos de abusos y agresiones sexuales cometidos por menores han aumentado un 2.000%. No hace falta indicar que esa cifra es un disparate: lo que está diciendo es que, sin causa aparente, los delitos sexuales se han multiplicado por 20 en el trascurso de solo un año.
  • Meses después, una página feminista recoge esta cifra, junto con otras igualmente sacadas de contexto, y la presenta junto con un montaje de diversas imágenes de sexo forzado. En algunos casos se trata de capturas de pantalla de series que, vistas en su conjunto, tienen un significado muy diferente al que se les ha dado aquí (por ejemplo, un comentarista señala que en la imagen de la serie “True Blood” es el personaje femenino el que está abusando del masculino y no al revés). Bajo el texto “Stop a la cultura de la violación y la violencia contra las mujeres”, la página defiende que este supuesto incremento del 2.000% en el número de agresiones sexuales por parte de menores se debe al acceso de éstos a imágenes de “porno duro”. Cualquier semejanza con el rigor, el sentido común y la realidad se han perdido por el camino.

No estoy diciendo que las representaciones visuales sean totalmente inocentes, ni justificables bajo el paraguas de “es una obra de ficción”.

No estoy diciendo que la cultura de la violación no exista, ni que vivamos en una sociedad igualitaria donde el feminismo ya no tenga sentido.

No estoy diciendo que no debamos hablar de la violencia sexual, ni que no debamos gritar bien alto que ni una sola agresión es aceptable.

Lo que estoy diciendo es que hablar de problemas complejos requiere matices. Requiere análisis serios. Requiere establecer la fiabilidad de las fuentes antes de hacer afirmaciones descabelladas. Requiere pedir que se invierta más tiempo y recursos en investigar las cifras y las causas de la violencia sexual. Requiere reconocer que los hombres también pueden ser y son víctimas de violaciones. Requiere huir de titulares fáciles como el de que en la India se produce una violación cada 20  minutos.

La violencia sexual es un tema muy serio. Recurrir al sensacionalismo no sólo no ayuda a las víctimas, sino que trae el descrédito sobre quienes luchan cada día contra este problema. Hablemos, por favor, de violencia sexual, alto, claro y sin eufemismos… pero tengamos cuidado con los teléfonos rotos.

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