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Blog sobre violencia sexual abierto a colaboraciones de todo tipo: artículos de opinión, datos y estadísticas, activismo, noticias… Si tú o alguien que conoces ha sido víctima de una agresión sexual, te recomendamos que visites www.mehanviolado.com

“Pos te violo”: la cultura de la violación en Facebook

La cultura de la violación está presente en todas partes. Pegajosa, se expresa en comentarios, preguntas impertinentes, bromas, chistes y malentendidos. Se defiende como siempre lo hacen estas cosas, apelando a la sacrosanta libertad de expresión, a la presunta neutralidad del humor o a la buena fe de quien ha soltado el comentario dañino. Las acusaciones que recibimos las personas que luchamos contra ella (exageración, histerismo, generalización cuando “son casos aislados”, etc.) son viejas conocidas nuestras. Y sin embargo, siguen desalentando.

Todo esto viene a cuenta de la difundida presencia en Facebook de páginas con el humorístico (“¡que es broma, mujer!”) título de “pos te violo”, “pues te violo” o mierdas semejantes. Evidentemente estas páginas no hacen una defensa explícita y pública de los violadores, pero se dedican a banalizar el concepto, asociándole valores positivos. Una violación es un delito donde se fuerza a otra persona a mantener un contacto sexual no deseado, no una sesión de sexo consentido, por muy intensa o apasionada que ésta sea. “Pues te violo” es una amenaza y no debería asociársele el significado sexual y lúbrico (positivo, en suma) que estas páginas pretenden asignarle. Al margen del reforzamiento de la cultura de la violación está el dolor que puedan sentir las víctimas de violación al ver cómo se habla de su experiencia como si todo hubiera sido consentido y precioso.

El problema es que es muy difícil evitar que esta clase de contenido esté en Internet. Todo el mundo sabe lo efectivas que son las denuncias a Facebook cuando hay que retirar algo distinto de un pezón o una página feminista, por lo que esa vía está cerrada. El siguiente estadio es, entonces, tratar de proceder contra quien sube el contenido o contra la propia red social. Pero nos presenta dificultades insoslayables.

Proceder contra quien sube la imagen es complicado. Se trata de particulares, es decir, de personas que no están atadas por las leyes que sí vinculan a medios de comunicación en materia de contenidos. Queda la vía penal, pero tampoco se ve una posibilidad clara de imputación.

Nuestro Código Penal define la apología como “la exposición… de ideas o doctrinas que ensalcen el crimen”, aunque sólo se castigará si “por su naturaleza y circunstancias constituye una incitación directa a cometer un delito”. Esto podría dar una vía, muy restringida, para castigar a quienes suben estos contenidos. Pero incluso este estrecho camino está cerrado: la apología se considera un acto preparatorio del delito (concretamente un tipo de provocación), y se da la circunstancia de que no en todos los delitos se castigan los actos preparatorios. De hecho, en muy pocos. Y los delitos sexuales no están entre ellos.

El Código Penal tipifica también, en el artículo 510, los delitos de odio. Se trata de excesos en la libertad de expresión consistentes en provocar “a la discriminación, al odio o a la violencia contra grupos” por motivos como su sexo. Pero tampoco veo aquí a un tribunal condenando. El problema es que lo que hacen las páginas de este tipo no es provocar directamente a la violencia sexual. No son el discurso xenófobo y antisemita de un partido nazi, que es para lo que están pensados estos delitos. Es algo mucho más sutil y, como he dicho, pegajoso.

Proceder contra Facebook tampoco es más sencillo. Para empezar, aquí hay que determinar qué autoridades tienen que resolver el procedimiento o expediente que se inicie. Sinceramente, no lo sé, pero tengo la fuerte sospecha de que nos tendríamos que ir hasta EE.UU. para demandar. Aparte de que, hasta donde yo sé, las redes sociales no son responsables de los contenidos que generan los usuarios, al margen de que evidentemente tengan que retirar el contenido que les exija la autoridad competente.

 

Entonces, ¿cuál es la solución? Pues me temo que un trabajo más complicado que la presentación de una reclamación judicial. Hay que incidir sobre Facebook y sobre sus políticas corporativas. Una buena forma de empezar pueden ser las campañas masivas de denuncias a Facebook (en el momento de escribirse estas líneas una de las páginas de “Pos te violo” ya ha sido retirada), los mensajes dirigidos a la división española de la red social o la implicación de periódicos y otros medios de comunicación.

Tenemos la responsabilidad de hacer una red mejor, que no fomente la cultura de la violación y donde las víctimas de estos delitos puedan navegar con seguridad. Y no vamos a parar hasta que lo consigamos.

#QuejaMariló: escribe a la Defensora del Espectador y ponte de parte de las víctimas

El pasado día 2 de diciembre saltaron a la palestra estas poco afortunadas declaraciones de Mariló Montero en el programa “La mañana de la 1”. La presentadora se preguntaba si el proceso abierto al cura de la localidad de Borja por abusos sexuales y robo no sería “una estrategia de promoción del pueblo de cara a las Navidades”.

 

En Mehanviolado.com creemos que no se trata de una simple metedura de pata, sino de un insulto a todas las víctimas de abusos sexuales. Por eso, hemos presentado nuestra queja a la Defensora del Espectador. Creemos que cuantas más voces se unan a la nuestra, más posibilidades tendremos de obtener unas disculpas públicas por parte de la presentadora y un “aviso al futuro” sobre la manera en que se tratan los casos de abuso sexual en los medios. ¿Te gustaría unirte? Es muy sencillo: solo tienes que entrar a la Defensora del Espectador de RTVE y hacerles llegar tu queja, ya sea en tus propios términos o copiando y pegando el texto de la nuestra. También puedes ayudarnos a difundir esta propuesta en las redes sociales con el hashtag #QuejaMariló.

“A la atención de la defensora del espectador de RTVE:

Nos dirigimos a usted para comunicarle nuestra indignación con los hechos sucedidos el 3 de diciembre en el programa “La mañana”. La presentadora del espacio, la periodista Mariló Montero, se refirió a la imputación del cura de Borja como “una estrategia de promoción del pueblo”. Según estas declaraciones, vertidas mientras el resto de colaboradores reía la gracia, estamos ante una campaña de promoción similar al famoso “Ecce homo”.

Ante estos hechos nosotros no podemos por menos que resaltar que este sacerdote está imputado, entre otros, por un delito contra la libertad e indemnidad sexuales, así como por diversos delitos contra el patrimonio y la Administración de Justicia. Considerar que un delito continuado de abusos sexuales (es decir, la comisión de distintos abusos contra la misma persona a lo largo del tiempo) es parte de una estrategia de publicidad es simplemente inaceptable.

Por supuesto, la señora Montero podrá alegar que estaba de broma, como por otra parte era obvio. Hemos entendido perfectamente el chiste. Pero ningún discurso es neutro, y el humor no es una excepción. Pretender que unos abusos sexuales son parte de una campaña de promoción navideña es un insulto hacia quien los ha denunciado. Hacer bromas con lo poco fiables que son las declaraciones de las víctimas de los delitos sexuales no es ni siquiera provocador: es un tópico muy trillado, que aún así revela la miseria moral propia de alguien que no se ha molestado en saber nada sobre el tema.

Pensamos también en la víctima de esos presuntos abusos sexuales. ¿Cree la señora Montero que esta persona se ha prestado voluntariamente a la estrategia promocional urdida por su agresor? ¿No cree que hablar con tanta ligereza de un hecho tan grave puede afectar gravemente a alguien que probablemente ya esté traumatizado? ¿De verdad considera que hacer bromitas es la mejor forma de conseguir un proceso no contaminado donde se pueda hacer justicia?

RTVE es un servicio público. Se supone que debe dar información de calidad. No depende de la publicidad, por lo que puede permitirse prescindir del morbo y la carnaza, algo que la periodista contra la que se dirige nuestra queja no parece haber entendido. Por todo ello, desde nuestra asociación solicitamos la retractación pública de Mariló Montero en el mismo horario en que hizo las declaraciones originales, así como una disculpa pública por parte de la cadena.”*

*Nota: la Defensora tiene un límite de caracteres, por lo que no cabe la totalidad del texto. Sugerimos enviarlo en dos partes.

¿La he agredido sexualmente?

Traducimos este testimonio de la red social Reddit. El original, con más de 80 comentarios (en inglés), puede encontrarse aquí: Did I comit sexual assault?

Nos parece un texto interesante porque habla de las dudas que pueden surgir en torno al consentimiento: ¿puedo insistir? ¿Cuándo debo parar? ¿Cómo sé si la otra persona está viviendo está situación como una agresión? Creemos que una comunicación clara y un respeto total a los deseos de la otra persona es fundamental para prevenir este tipo de situaciones. Si queréis saber más sobre el consentimiento sexual, os recomendamos el corto Que te digan sí y esta entrada del blog “Golfxs con principios”: El hombre es fuego, la mujer estopa.

“He estado completamente atormentado con culpa sobre esto, y necesito escuchar consejos/opiniones. Yo y mi novia rompimos hace un poco más de un mes. El último jueves decidimos salir como amigos a tomar copas. Nos emborrachamos y le pregunté si quería quedarse en casa. Dijo que sí, y fuimos. Una vez allí, intenté seducirla. Ella se negó, amablemente, y paré. Vimos una película en mi cama y pregunté si podíamos acurrucarnos un poco. Dijo que sí y un momento después lo volví a intentar. Dijo que no de nuevo, con un tono más serio y paré. Después de la película, fuimos a dormir y empecé a abrazarla otra vez (lo que ella dijo que estaba bien antes) y ella empezó a enloquecer y me empujó.

Al día siguiente me escribió diciendo cuánto había enloquecido, diciendo que la asusté y más o menos me hizo sentir como un violador.

Nunca he tenido ningún problema como éste con una chica antes y estoy completamente devastado por la culpa, ya que nunca me había visto como una persona que pudiera ser capaz de una agresión sexual.

También cabe mencionar que uno de sus ex novios tuvo sexo con ella mientras dormía, lo que obviamente la dejó cicatrices emocionales y problemas con el sexo. 

Admitiré que fue un movimiento un poco estúpido por mi parte, pero me he estado sintiendo casi como un violador desde que ocurrió. Estoy seguro de que le está contando a sus amigas que intenté agredirla sexualmente y estoy empezando a pensar que tiene razón. ¿Vosotros qué pensáis?”

“Me emborraché demasiado y me violaron la boca”

Hoy traducimos este texto de Reddit. El texto original en inglés, con más de 200 comentarios, puede encontrarse aquí: Too drunk, got mouth raped

Creemos que este testimonio es un buen ejemplo de las circunstancias reales en las que se producen las agresiones y abusos sexuales. En la mayoría de los casos el agresor no es un desconocido, ni emplea violencia física. Sin embargo, queremos recordar que estar bajo el efecto del alcohol o las drogas no da derecho a otros a abusar de ti. Si tienes dudas sobre si lo que te ha pasado es una violación, te recomendamos que leas esto.

“Las bebidas después del trabajo se convirtieron en una borrachera. Yo, mujer de 27 años, me quedé dormida en la casa de mi compañero de curro, Adrián de 32, y Tom, de 23, también se quedó. Me desperté con el pene de Tom dentro de mi boca. Inmediatamente salté y le pregunté que qué demonios estaba pasando. Me di cuenta de que mis vaqueros habían sido bajados en ese momento también. El dijo que no sabía, me marché de la habitación llorando y encontré a Adrián dormido en su habitación. Le dije lo que había pasado y dijo que seguro que había sido todo un error. Tom se fue en el momento que yo encontré a Adrián.

 Tengo novio desde hace tres meses que está de vacaciones fuera del país y no sé si es algo que debería decirle. No quiero estresarle y siento que debería avergonzarme y no permitirme beber tanto que alguien piense que puede meter su pene en mi boca y no despertarme. No quiero presentar cargos pero no quiero volver a ver a Tom en mi vida, así que dejar mi trabajo es una opción. 

¿Es algo que debería guardarme y no decirle a mi novio cuando vuelva? ¿Necesito hablar con Tom acerca de esto o es suficiente con no volver a verle?

Resumen: Me emborraché tanto que un tío pensó que podía meter su polla en mi boca sin despertarme. 

EDIT: Unos pocos detalles más. Tenía el sujetador quitado pero la camiseta estaba puesta. Cuando le pregunté a Tom que qué estaba pasando el dijo que no sabía. Me vio enfadada y continuó con un “me estabas dando un masaje y después no lo sé”. “Esto nunca ha ocurrido, está todo bien”. En toda la noche no hubo un solo flirteo con él, ni siquiera medio interés. Me desmayé de la borrachera y desperté cerca de alguien sin memoria acerca de lo que había pasado antes. Necesito, obviamente, dejar de beber en exceso, es peligroso para cualquiera que esté envuelto en esa situación. Como dije en los comentarios: estoy preocupada porque puede que no “despertara” y en lugar de eso recuperé la consciencia en medio de la mamada. No sé si los desmayos funcionan así. Como posibilidad, no puedo sentir que fue 100% su culpa. Gracias por vuestro consejo y apoyo, no se lo he dicho a nadie más y ayuda hablar sobre ello.”

Enseñar a violar

Últimamente se está difundiendo bastante la frase “No hay que enseñar a las mujeres a defenderse de una violación; hay que enseñar a los hombres a no violar”. Por supuesto, como siempre que se habla de violaciones, hay mucha gente que se ofende. Hoy, en los comentarios de una web, un listo decía precisamente que es lo contrario: “no se enseña a los hombres a violar; todo el mundo sabe que violar está mal pero algunos no responden a la educación recibida”.

 

La primera parte de la frase es cierta: no se enseña a los hombres a violar. No hay escuelas de violación, ni se dan cursillos. La segunda ya empieza a ser discutible. Y la tercera, la que habla de la educación, es directamente falsa. Porque no se enseña a los hombres a violar, se enseñan cosas mucho más sutiles.

 

Se enseña que para ligar hay que insistir.

 

Que un “no” en realidad es un “sí”.

 

Que las violaciones y otras agresiones sexuales son culpa de cómo vestía o se comportó la víctima.

 

Que si la víctima tiene muchas relaciones es una guarra y se merece lo que le pase.

 

Que si no grita “no” y se defiende no es una violación.

 

Que tiene que aprender defensa personal, llevar un spray en el bolso, vigilar su bebida y escoger con especial cuidado su camino para volver a casa.

 

Que las violaciones las cometen personas que no controlan sus instintos.

 

Que las violaciones las cometen enfermos mentales.

 

Que las violaciones las cometen desconocidos.

 

Que las violaciones se cometen en callejones y descampados.

 

Que si te violan tienes que estar avergonzada, sentir culpa y no hablar.

 

Que la mujer debe pagar con sexo los favores propios de la amistad so pena de que el hombre se convierta en un pagafantas.

 

Que en una pareja las ganas de follar de ella deban sincronizarse con las de él.

 

Que hay que cuestionar todo lo que cuenta una mujer que ha sido violada, al contrario que otra que ha sufrido cualquier otro delito.

 

Y así un sinfín de cosas, de pequeños mensajes, de clavos en el ataúd de la libertad sexual. La culpa de las violaciones no es de que haya algunas ovejas negras que se aparten de la educación recibida: es que la educación recibida está funcionando perfectamente. Los violadores no son desviados ni psicópatas: son gente normal, de cualquier estrato social, con casa, trabajo y pareja.

 

La reforma del Código Penal de Gallardón propone que se castigue con cadena perpetua al que asesine a una persona que previamente ha violado. Con todo el debate que está habiendo sobre otros asuntos éste no ha trascendido, pero cuando lo haga seguro que calma las ansias de los más populistas. A mí me parece triste. Aumentar las penas no reducirá el índice de violaciones, porque toda nuestra cultura nos está gritando que no son para tanto, que son cosas de locos o animales y que alguna culpa tendrá la víctima. Sólo acabando con eso, desmontando la cultura de la violación, se detendrá esta lacra. Lo demás son brindis al sol.

La edad de consentimiento sexual en España

Titularon ayer los periódicos que la reforma del Código Penal que se está tramitando elevará la edad de consentimiento sexual hasta los 16 años. El texto está aún en fase de anteproyecto, es decir, aún no ha sido aprobado por el Consejo de Ministros para ser enviado a las Cortes. Aún no es ley, y en la tramitación este extremo puede cambiar. Pero, dado que en 2009 todos los grupos parlamentarios acordaron elevar la edad de consentimiento, es muy probable que no se quede en 13 años.

El tema de las edades es problemático en Derecho. ¿Por qué la responsabilidad penal está en los 14 años? ¿Por qué la capacidad de trabajar y decidir tratamientos médicos está en los 16? ¿Por qué la mayoría de edad está en los 18? ¿Qué tiene una persona de 18 años que no tenga una de 17 y 364 días? No parece haber ninguna razón concreta ni estudios psicológicos serios detrás: sólo sensaciones, ideología y tradición. Debe reconocérsele margen al legislador porque algún límite hay que establecer, sin más. A mí personalmente establecer la edad de consentimiento sexual en 16 años me parece excesivo y totalmente impropio dado el desarrollo mental que se tiene a esa edad pero, dado que no puedo argumentar racionalmente por qué 14 me parece adecuado y 15 negociable, no voy a hablar sobre ello.

Mi crítica va por otro lado. Si se eleva la edad de consentimiento por encima de la edad de responsabilidad penal (14 años), nos podríamos encontrar con la siguiente situación absurda: si una persona de 15 años se acuesta con otra de 14, por ejemplo, ambos podrían ser castigados por un delito de abuso sexual contra el otro, porque según la ley ninguno consintió libremente. Es evidente que el Derecho no puede admitir esta posibilidad, y por tanto el Código Penal va a incorporar un nuevo artículo que diga que “cuando el autor sea una persona próxima a la víctima por edad y grado de desarrollo o madurez” el consentimiento de ésta excluye el delito. Esto sí que es criticable, y lo es por dos razones:

       1.- Deja al juez la concreción, encima con criterios tan vagos que no ofrecen ninguna guía. El Derecho penal no puede funcionar así. El Derecho penal es la rama jurídica más severa de cualquier Estado, la única que puede castigar con privación de libertad o incluso con la muerte. Los supuestos en que puede aplicarse deben quedar tipificados en la ley de forma clara. Cuantos menos extremos queden en manos del juez mejor.

       Y ello es así porque un juez es, no conviene olvidarlo, un señor que se ha sacado una oposición. Sabe muchísimo de Derecho, pero nada más: no tiene por qué ser inteligente, empático o ético ni aprender a tener una visión global. Puede perfectamente ser un capullo corto de miras que no sabe separar sus prejuicios de su trabajo, y el legislador debe tener eso en cuenta a la hora de decirle en qué casos puede mandar a alguien a la cárcel.

       Si el Gobierno quiere establecer la edad del consentimiento sexual en los 16 años y quiere solucionar el problema que ello genera tiene infinidad de medios determinados. Se puede decir que no hay delito si el autor tiene menos de determinada edad o si le saca menos de X años a la víctima: criterios fijos que aportan seguridad jurídica.

 

2.- El segundo problema es peor, y no veo cómo se podría solucionar porque implica un error de concepto. La edad de consentimiento importa para el delito de abuso sexual. Éste castiga los actos sexuales cometidos sin violencia ni intimidación pero faltando el consentimiento porque la víctima está dormida, inconsciente, en coma… o porque no tiene la edad o capacidad mental para consentir libremente.

       Entonces llega el legislador y dice que a veces el consentimiento de los menores sí debe tenerse en cuenta, siempre que sea “libre”. ¿Por qué? Una persona de 15 años largos, ¿tiene madurez para consentir acostarse con una de 14 o de 16 pero no con una de 21 o 23? ¿Y quién mide esa “libertad” en el consentimiento si no hay coacciones directas sino el chantaje romántico que muchos identifican como normal en una relación? Manteniendo el criterio del Gobierno, si de lo que se trata es de proteger a los menores, ¿acaso no hay manipuladores y abusadores entre las personas próximas a la víctima en edad, desarrollo y madurez? ¿Van a caer los jueces en decir que la prueba de que el autor es más maduro que la víctima reside en que se ha aprovechado de ésta, lo cual es una petición de principio? Y si el adulto utiliza su mayor madurez y desarrollo para ayudar a su pareja menor de edad a aceptarse como persona o a superar una situación familiar complicada, ¿también hay abuso sexual?

       La panoplia de posibles situaciones es tal que pretender que el consentimiento de los menores a veces vale y a veces no vale es desprotegerlos, a ellos y a sus compañeros sexuales mayores de 16 con los que pueden tener una relación honesta.

 

Lo cierto es que esta crítica no puede ir más allá. Sinceramente, los problemas que planteo en mi segundo punto me parecen irresolubles. No sé cómo afrontarlos, porque se mantienen si se establece uno de los criterios fijos que propongo en el punto 1. Y, evidentemente, dejar el problema sin regular es absurdo desde el momento en que la edad media de pérdida de la virginidad se sitúa en España entre los 15 y los 17 años, según avalan diversos estudios (1). Hay que lograr un equilibrio entre la protección a los menores y el entendimiento del siguiente hecho: a los 14 y 15 años no son ya unos niños, sino seres en desarrollo con necesidades sexuales y afectivas que van a buscar satisfacer. Es un reto complicado y un tema demasiado complejo para ser resuelto a brocha gorda.

 

 

 

(1)  Referencias en la página 124 del documento enlazado.

 

Lo aprendimos en secreto

Fuente original

AVISO: hablo de las experiencias que suele tener una mujer occidental, heterosexual, criada en una familia sana, y que no fue víctima de abusos en su infancia, vamos, tu idea de una mujer normal. Es una visión incompleta pero es la que yo puedo conseguir. Si no quieres revivir experiencias traumáticas, aquí hay fotos de gatitos y aquí una web donde pedir ayuda.

En inglés, lo llaman “rape culture”, “la cultura de la violación”, y a veces se traduce como “la cultura de la violencia”. Es esa especie de niebla densa, de clima bochornoso, en el que vivimos. Se expresa de muchas maneras además de como violencia física real; por ejemplo, en lo que hoy os presento, el Manual de Instrucciones de la Cultura de la Violación. Son ideas, prejuicios, y normas, transmitidos a las mujeres. Los hay útiles, inútiles, y falsos. Ser mujer siempre incluye conocerlos todos, tanto si los crees y los aplicas como si no. No se puede escoger no saber. Es muy difícil comprobar cuáles son erróneos sin haber sido violada.

  1. En primer lugar, se adquiere una definición de violación teórica, sin ejemplos prácticos, por ejemplo a través de las noticias. En mi caso, la definición llegó cuando no tenía del todo claro cómo funcionaba el sexo en la práctica, así que debía tener más de ocho y menos de once años.
  2. Asociar el concepto teórico de violación con cosas reales que le ocurren a tu cuerpo o que ves en medios de comunicación. ¿Lo que veo en tal película es una violación? ¿Lo que me acaban de hacer es una violación?
  3. Adquisición de conductas de evitación. Las principales conductas de evitación son dos: no seas o parezcas sexualmente disponible, y no estés sola en lugares poco transitados.

avoid rapeNo salgas sola. No bebas demasiado. Cierra la puerta con llave. No mires a los ojos. No vayas a ese barrio. No salgas de noche. No te pongas esa minifalda. No te fíes de esos tíos. No vivas sola. No invites a hombres a tu casa. No le des tu teléfono. No vayas andando por esa calle. No bajes la guardia. No sonrías. Lleva un spray antivioladores. No abras la puerta. No vayas a su casa. No llames la atención. (No te sientas segura)

4. Es posible, pero no necesario, que la fase más intensa de aprendizaje que conductas de evitación coincida con la pubertad. Simultaneas familiarizarte con las nuevas funciones y sensaciones de tu cuerpo con aprender a ocultarlo y protegerlo.

5. Doblepensar. Debes estar prevenida siempre, porque la prevención se basa en hábitos. Los hombres que conoces no son violadores. Simultanea tus relaciones sanas y fluidas con hombres (familia, amigos, amantes, compañeros de trabajo) con la idea, sostenida en todas partes, de que la violación es posible y aleatoria.

6. Algunos conceptos, a veces incoherentes, sobre cómo predecir quién es un violador en potencia. Lo más génerico es “varón, joven pero no mucho, a solas, no-blanco, pobre”.

7. Cómo mostrarte disponible sí-pero-no cuando un hombre te resulta atractivo. Aprendes las diferencias entre ponerte guapa e “ir de loba herida” (el término que se usaba en mis recreos). Aprendes qué es “dar pie” y “dar mucho o demasiado pie”.

8. Desarrollo de un Plan B anticonceptivo, al menos teórico, en caso de que seas violada y te quedes embarazada. Como mínimo, tienes una opinión para distinguir o no distinguir “qué es moralmente correcto hacer en caso de embarazo por accidente” y “qué es moralmente correcto hacer en caso de embarazo tras una violación”. Puede que tengas información sobre tus derechos legales en ese caso.

9. Qué hacer si crees que estás a punto de ser violada, para evitar serlo. Más doblepensar de mensajes contradictorios sobre el efecto del intento de violación en la víctima, a veces vista como un trauma equivalente a la violación misma.

10. Qué hacer si no vas a poder evitar ser violada. Cómo salir viva de ésta, o la idea de que no merece la pena salir viva de ésta.

11. Información sobre qué debes hacer tras ser violada, a quién y a dónde acudir.

12.  Aprendizaje de quién tiene la culpa de que haya violaciones. Generalmente, las mujeres violadas.

13. El concepto de denuncias falsas, la idea de que una acusación falsa destruye a hombres inocentes, y la idea de que una violación es muy difícil de demostrar.Más doblepensar: él no lo hizo y la culpa fue de ella.

14. Más doblepensar: uso de palabrotas, chistes, y otros elementos culturales que equiparan la violación a la derrota o el fastidio. Pensar a la vez que la violación es Lo Peor Que Te Puede Pasar y algo parecido a suspender en un examen. Es imprescindible una desconexión mental y emocional entre los dos conceptos.

15. Transmisión de estos conocimientos a la siguiente generación, a ser posible en secreto.

Creado con ideas y colaboración de mi marido, @undivaga, @potipotiinlove, y @hablaqueescucho. Beta-readers: @ardeluxe y @pnique. Gracias.

Agresiones sexuales, sanfermines y asco

No voy ni a enlazarlas. Todos las hemos visto esta semana: fotos de multitudes, en las fiestas de San Fermín de Pamplona y Sant Joan de Menorca, agrediendo masivamente a mujeres. Hombres cocidos en alcohol que le arrancan la ropa a mujeres y las manosean sin importarles que consientan o no. Esto tiene un nombre y se llama agresión sexual: es un delito que, si se comete por varias personas, tiene una pena de hasta 10 años de prisión. Y sin embargo, hay quien encuentra formas de justificarla.

Porque si en estos días ha habido algo que me ha repugnado no han sido las fotografías en sí, sino los defensores. Los expertos en semiótica que interpretan la sonrisa de algunas de las víctimas como consentimiento. Los juristas de bar que dicen que si te pones en tetas en público ya sabes a lo que te expones. Los que apoyan al agresor diciendo que bueno, estaban todos borrachos y no era para tanto. Los de las denuncias falsas, perejil de todas las salsas. Todos ellos sin excepción pregonando su basura tóxica a través de ese altavoz que es Internet, apoyándose unos a otros y remitiéndose al manido sentido común para justificarse.

Y uno, que se metió en esto del activismo antiviolación para ayudar, comprende de pronto lo inacabable de su tarea. Por cada afectado al que nuestra web, nuestras charlas o nuestra cuenta de Twitter ayuda, por cada persona a la que convencemos con argumentos y datos de lo grave que es el problema, hay cien sanos hijos del patriarcado que nunca se van a molestar en pensar sobre sus creencias. Que van a seguir culpando a la víctima de la violación, creyendo que no lo hacen y ofendiéndose cuando se lo señalan. Que van a seguir pensando en su fuero interno que si iba enseñando las tetas es que se lo iba buscando. Que van a dar consejos antiviolación basándose en premisas falsas, como que el agresor suele ser un extraño. Y que van a agredir sexualmente a personas para luego justificarse con las excusas más estúpidas: “me provocó”, “íbamos muy borrachos”, “son fiestas”.

Pero sin embargo seguimos hacia delante con la web, dándole forma y haciendo crecer este proyecto. Esta misma semana nos hemos constituido en asociación y tenemos planes para dar ayuda más directa a las víctimas potenciales y reales. Porque si dejamos de pedalear nos caemos. Porque no podemos permitir que el desaliento nos venza. Porque por cada cien sanos hijos del patriarcado que van a morir sin cuestionarse sus creencias hay una víctima ayudada o una persona que piensa, lee los datos y se convence.

Y cada una de esas personas justifica todo el proyecto.

Guía práctica para prevenir las violaciones

Fuente original

¿Quieres saber qué hay que hacer para evitar la violencia sexual? Es fácil. No violes.

Ah, que querías algo más detallado. Quizá, cómo evitar que otros violen. Pues aquí tienes una lista de consejos. Son muchos, son exigentes. Son pedir demasiado. A mí me han pedido muchas tonterías antes, así que si por exigirte algunas cosas a ti la próxima generación de niñas va a pasar menos miedo, pues estoy en la obligaciónde exigirte.

  1. Edúcate sobre el consentimiento entusiasta. Te lo resumo: el consentimiento libre, consciente y explícito es erótico. Aprende algo más que a ser un seductor-conquistador. Cuando te hayas educado sobre el tema, práctícalo y educa a otros.
  2. Las violaciones no son sexys ni divertidas. Ante una letra de canción como “los besos más bonitos son los robados” o “qué culpa tengo yo de que a las niñas les salgan las tetas antes que los dientes” (estoy dando ejemplos de poca intensidad, lo sé), analiza, critica, comenta. No te limites a absorber el mensaje.
  3. Para evitar que las mujeres que conoces sean agredidas por desconocidos, acompañarlas es una recomendación estándar. Ve más allá, porque la agresión por un desconocido es estadísticamente poco frecuente. Para evitar agresiones de sus parejas, sé un buen amigo y procura estar atento a las señales de alerta que dan los maltratadores (y las personas maltratadas).
  4. No culpes a las víctimas ni pongas en duda su testimonio. Si quieres y se puede, haz preguntas, pero no la pongas en duda. Compara con que te describan un atraco: piensa si preguntarías “¿Tanto dinero llevabas en la cartera? ¿de verdad te robaron, seguro que no lo has perdido?”, si dirías “bueno, por lo menos no te pegó, ¿no?”. ¿A que no?
  5. No obligues a una víctima real o potencial a hablar del tema. Además de respetar el cuerpo hay que respetar el silencio. Estarás enseñando a esa persona que su intimidad es valiosa para ti.
  6. Nunca les digas a las mujeres qué tienen que hacer para protegerse. Intenta salir de la cultura que nos marca que los delitos sexuales se previenen con el control físico y mental de las víctimas potenciales.
  7. No entres en “es que yo no soy un maltratador”, “no me pongas bajo sospecha”. No nos hagas perder tiempo consolándote. Busca para eso, si quieres, a otros hombres, o a personas que no se sientan vulnerables.
  8. El sexo con drogas o alcohol puede estar muy bien, pero resérvalo para personas y ocasiones con mucha confianza previa. Drogado o bebido te va a resultar más difícil detectar la falta de consentimiento, parar a tiempo si no lo hay… Vas a ser menos consciente si la otra persona no se lo está pasando bien. Igualmente, evita el sexo con personas que no estén en plenas facultades (volvemos al consentimiento entusiasta)
  9. Si conoces casos, habla de ellos sin dar nombres y la víctima te da permiso. Elimina con ejemplos prácticos la idea de que los maltratadores son monstruos. Compartir con discreción las experiencias de las mujeres maltratadas que conoces puede ser educativo para otros.
  10. Jerarquía + secretismo = abusos. Jerarquía + secretismo + discriminación o represión sexual = violencia sexual. Si estás en una situación de poder, aumenta la transparencia, la autocrítica de los líderes, la diversidad en la entrada de miembros y en la directiva. Ten una política previamente publicada sobre abusos. Que los depredadores potenciales sepan que sabes que existen y que vas a por ellos. Quieren víctimas indefensas, no las quieren protegidas por ti.
  11. Si eres responsable de niños, enséñales cosas como “a la gente no se la toca sin permiso. Pide permiso. Respeta el espacio de los demás”. Esto incluye, por supuesto, predicar con el ejemplo.
  12. No excuses a los violadores. Trátalos como tratarías a alguien que roba carteras a punta de navaja, como mínimo. Entiendo que puede ser duro cuando el violador es tu amigo, o tu cantante favorito. No dejes que se sientan cómodos.

Elaborado con la colaboración e inspiración de mis alumnos y alumnas del IES González de Aguilar; mi marido; @jaustral; @cora_alvarez; @ComandanteVimes; @minimaiko; @shakesphobic; @510nm; @undivaga; @ptraci. Muchísimas gracias.

Project Unbreakable: superar la violación a través del arte

Project Unbreakable es una iniciativa de Grace Brown, una fotógrafa de tan solo 20 años de edad. Su misión es denunciar las agresiones sexuales y ayudar a las víctimas a sanar a través del arte. Para ello, su página en Tumblr recoge las fotografías de víctimas que posan junto a alguna frase dicha por su violador. El resultado es tan duro como efectivo: el proyecto ha aparecido en un gran número de medios nacionales e internacionales, y las fotografías no dejan de llegar.

testimonio violación 1

“Te quiero. ¿Por qué estás llorando?”

testimonio violación 2

“Deberías dejar de resistirte. Mmmm….”
(Mi 2º violador, tirándome del pelo primero y acariciándolo después. Yo tenía 10 años)
“¿Por qué no te callas DE UNA PUTA VEZ?”
(1er violador, ahogándome para que dejara de suplicar piedad mientras estaba dentro de mí. Yo tenía 6)

testimonio violación 3

Mi violador dijo…
“¡Si no te meto en casa ahora, voy a violarte aquí mismo!”
(Antes de la violación)
“Todavía somos amigos, ¿verdad?”
(Después de la violación)
Yo tenía 27 años.

testimonio violación 4

testimonio violación 5

“Me encantan los chicos trans”

Si deseas formar parte del proyecto, puedes enviar tu fotografía a [email protected]  La imagen debe cumplir los siguientes requisitos:

– Ser clara y fácil de leer.

– La frase debe estar entre comillas (y en su caso, traducida al inglés).

– Solo debe aparecer una persona en la fotografía.

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